Más de 400 muertos por ciclón Freddy en África y los cristianos claman por ayuda por la desesperación de la gente

Desde el 6 de Febrero, el ciclón Freddy ha causo destrozos y perdidas tanto humanas como materiales en África, especialmente en Mozambique, que fue golpeada dos veces en gran manera por inundaciones y grandes vientos.
Según la Organización Meteorológica Mundial, este es el ciclón tropical más largo registrado con un récord de 31 días.
Mientras tanto, la Misión Manos Extendidas (MME), la cual se estableció desde hace tiempo en 4 países de África, expresaron que alrededor de 66 iglesias plantadas en Mozambique fueron destruidas y prevén que las lluvias seguirán azotando zonas de Malawi y causar aun más inundaciones, según el Ministerio de Recursos Naturales y Cambio Climático del país.
Por ejemplo, en Mozambique, hay aldeas están completamente aisladas desde la llegada del ciclón el sábado; asimismo se conoció que hay unos 36 muertos en ese país, 27 en Madagascar y más de 300 en Malawi.
Además hay 700 heridos pero la cifra sigue creciendo y muchos de los afectados enterraron a sus fallecidos en plena lluvia torrencial y sin electricidad.
En un gran esfuerzo por contener los daños causados por el ciclón, la MME ha movilizado acciones de respuesta en las regiones de Sofala, Zambézia y Tete, dentro de Mozambique; unas 181 familias ya no tienen hogar.
“Estas regiones siempre enfrentan problemas de fuertes lluvias o sequías. Por eso, todos los años trabajamos con ayuda humanitaria y ofertas de socorro”, dijo el pastor Elias Caetano, presidente del MME para Guíame Noticias Gospel, detallando que las plantaciones fueron arrasadas por el agua de 4 días.
“El tema de la alimentación termina siendo nuestro mayor desafío. Estas comunidades no solo se han visto afectadas ahora, sino que se verán afectadas en los próximos meses, porque generalmente los pobres no tienen ahorros, sobreviven de lo que plantan. Con la destrucción de los campos, no tendrán cosecha en ese momento. ¡Solo Dios!», agregó.
Mientras tanto, las iglesias que sobrevivieron están refugiando a las familias que ya no tienen casa, a la vez que se concentran en recaudar donaciones para alimentos y materiales de construcción.
“Las lonas ayudan a proteger a las personas que han sufrido daños en sus casas por la lluvia. Después ayudamos con láminas de zinc para cubrir las casas, cemento y apoyo en las reconstrucciones”, detalló el pastor Elías.