Teólogo advierte sobre acciones LGBT impuestas a la fuerza en los cristianos

Albert Mohler, teólogo y moderador del podcast “The Briefing” hizo eco de todo lo que ha acontecido en las últimas semanas con respecto a la fe y la corriente del mundo, centrándose en como los cristianos fieles no se están doblegando ante la presión secular.

Él habló sobre como las decisiones radicales en la fe pueden traer lo que parecerían graves consecuencias a futuro; en su podcast se enfocó en como un grupo de deportistas pertenecientes a los Rays de Tampa Bay se negaron a usar la bandera gay en sus uniformes porque respetan sus creencias.

Aunado a eso, The New York Times sacó un artículo criticando a los jugadores bajo el título “Un intento de inclusión demuestra que hay más trabajo por hacer”, en el cual destacaron que en este tipo de temas no debería ser opcional participar.

Para Mohler, la sociedad que apoya todo lo que Dios aborrece quiere que los cristianos no simplemente toleren la existencia de las personas LGBT, sino que puedan afirmar el supuesto orgullo que deben sentir; los primeros en enfrentar este tipo de presión son aquellos que viven de manera fiel el evangelio.

Dichas consecuencias pueden ir desde perder sus trabajos, oportunidades en otros ámbitos o simplemente tu integridad y valor como persona, obligándolos a “doblar su rodilla ante ellos”.

«La gente va a perder sus trabajos. Ya lo están. La gente va a perder oportunidades educativas. Ya lo están. La mayoría de nosotros, como cristianos, vamos a perder posición social. Ya lo estamos haciendo. Y, para el caso, es posible que pierda la capacidad de ser un lanzador de un equipo de Grandes Ligas de Béisbol. Y no se trata de qué tan buen lanzador es, se trata de si está dispuesto o no a transmitir el mensaje, contrariamente a la Escritura cristiana, de la revolución moral», dijo Mohler.

“Estos jugadores no decían que no querían que los fanáticos LGBTQ vinieran al juego. Simplemente dijeron: ‘No podemos poner en nuestros cuerpos un anuncio de algo que creemos que es moralmente incorrecto, basado en nuestras convicciones cristianas’», agregó.

El teólogo resaltó que obviando la calidad de deportistas que son, los jugadores de Tampa Bay fueron malamente juzgados de una manera muy generalizada.

«Los jugadores no dejaron de reconocer que las personas son personas y que todos los fanáticos son bienvenidos. Simplemente se negaron, sobre la base de sus propias convicciones religiosas, a anunciar positivamente lo que creen que es pecado, y no solo pecado, sino algo que es perjudicial para el florecimiento humano», expresó.

La presión cada día crece con respecto a la aceptación obligatoria de la comunidad LGBT, quienes simplemente no aceptan tolerancia sin apoyo, sino que reclaman una expresión máxima de orgullo aunque vaya en contra de sus convicciones.

«Puedes ver exactamente lo que están tratando de hacer. Negocio por negocio, están diciendo: ‘No, no es suficiente que permitas y aceptes el hecho de que la persona que trabaja a tu lado va a tener una bandera del Orgullo». No, tienes que poner una bandera del Orgullo en tu escritorio. Ese es un desafío muy real para muchos empleados en las principales corporaciones estadounidenses o, para el caso, probablemente también en las empresas estadounidenses más pequeñas», explicó.

Asimismo detalló que la mentalidad de ahora busca por todos los medios el hacer que todos apoyen medidas aun cuando no están de acuerdo con ellas, muchas veces simplemente por trabajo, como la mayoría lo expresa y varios de ellos sin ser cristianos tienen que doblegar sus convicciones.

«No está mal que trabajes para una empresa que tiene políticas a favor de los homosexuales. Está mal que trabajes para una empresa que te exige que la avales, que hagas una declaración moral de acuerdo y solidaridad con ese juicio moral. No está mal que participes en muchas áreas de la economía, donde, francamente, no tienes tantas opciones si quieres una taza de café en el aeropuerto. Lo que pasa es que, por ejemplo, te dan una taza con un mensaje y te dicen: ‘Tienes que llevar esta taza Y tienes que unirte a este mensaje”, dijo.

Lo que aconseja Mohler a tener en cuenta ante esta situación que involucra fatídicamente a los cristianos es poder discernir la delgada línea que hay entre la tolerancia y el apoyo.

«La declaración positiva es una línea. Es una línea que todos vamos a tener que aprender para poder discernir. Una cosa es entrar a una tienda que tiene una calcomanía de Orgullo en la puerta porque tienes que conseguir una pieza para la reparación de tu electrodoméstico. Es otra cosa es que tengas que usar la calcomanía. Esa es la gran distinción», finalizó.

Ciertamente los cristianos son los primeros afectados al tener que reprimir la fe en lugares pro LGBT con el fin de poder tener trabajo o participar en ciertos lugares, pero se mantienen firmes con su fe sabiendo que sin importar el presente, el no negar los principios y valores infundados por Dios les traerá una recompensa del cielo.