OPS impulsa respuesta sobre la salud mental en América Latina

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) anunció  la creación de una Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y covid-19 para las Américas motivada principalmente por su preocupación por los efectos de la pandemia en la salud mental.

Uno de los primeros objetivos de esta comisión es elaborar un informe con recomendaciones y lineamientos a fines de 2022, recopilando la evidencia científica más reciente sobre los efectos de la pandemia en la salud mental y buscando orientar de manera urgente a gobiernos y servicios de salud.

La OPS ya había dado a conocer un estudio en 2021 en el que destacaba el aumento de casos de depresión y ansiedad por la pandemia. En la investigación, los autores recomendaron fortalecer los servicios de salud mental, ofreciendo apoyo psicosocial para todos y, en particular, para las personas en situación de vulnerabilidad social.

Según Paulo Menezes, miembro de la Comisión y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo, la pandemia puede haber potenciado condiciones anteriores, como las crisis económicas, empeorando la salud mental de miles de personas.

“La salud mental ha ido ganando importancia en los países ricos, con un número creciente de estudios. En los países de ingresos medios y bajos hay más estudios y datos oficiales, pero está lejos de lo que sería necesario para orientar políticas públicas y mejorar la calidad de vida de las personas”, advierte.

Poblaciones en mayor riesgo

Según Menezes, las mujeres, los niños, las personas en situación económica vulnerable, así como la población negra e indígena, son quieres requieren más atención.

Su afirmación está en línea con datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señalaron que la edad (más jóvenes), el sexo femenino y las condiciones de salud preexistentes son factores de riesgo para el empeoramiento de la salud mental durante la pandemia.

Además, el agotamiento en los profesionales de la salud, la soledad y una prueba positiva de COVID-19 fueron situaciones que aumentaron el riesgo de pensamientos suicidas. Los jóvenes, en particular, fueron los más propensos a esto.

 

Un estudio de principios de 2022 con profesionales de la salud también advierte que América Latina tiene altas tasas de síntomas depresivos, ideación suicida y angustia psicológica entre estos trabajadores debido a la pandemia. Chile, Bolivia y Colombia fueron los países más críticos.

A eso se suma la escasez de profesionales de la salud mental, lo que sobrecarga al personal que trabaja en el sector.