Un hispano pasó 33 años preso en Estados Unidos y ahora se supo que era inocente

Daniel Saldaña, un hispano que ingresó a una prisión estadounidense en 1990 tras ser condenado por seis cargos de intento de homicidio y por disparar a un vehículo con personas en su interior, acaba de ser exonerado.

El hecho por el cual fue condenado ocurrió en 1989, cuando seis estudiantes que iban en un carro en Baldwin Park recibieron disparos por parte de dos hombres que pensaron que eran parte de una pandilla. Dos de los estudiantes sufrieron heridas, pero sobrevivieron.

Por esta agresión, Saldaña, que en ese entonces tenía 22 años, fue declarado culpable junto con otras dos personas y se le condenó a 45 años en una prisión estatal.

Sin embargo, en el 2017 se reabrió su caso y se encontró que Saldaña no participó en el tiroteo de ninguna manera, luego de que un implicado en el hecho aseguró que el acusado nunca estuvo en la escena.

Pero un exfiscal del distrito adjunto que estaba presente en la audiencia no compartió la información exculpatoria con el acusado o su abogado, lo cual le costó a Saldaña otros seis años tras las rejas, antes de que la Fiscalía de Los Ángeles iniciara una investigación hasta que se evidenció su inocencia.

Al dar a conocer esta exoneración en conferencia de prensa, el fiscal de Los Ángeles, George Gascón, dijo: “como fiscales, nuestro deber no es simplemente obtener condenas, sino buscar justicia. Cuando alguien es condenado injustamente, es una falla de nuestro sistema de justicia y es nuestra responsabilidad corregir ese error”.

Además, agregó que “no solo es una tragedia obligar a las personas a estar en prisión por un crimen que no cometieron, sino que los verdaderos responsables todavía están ahí afuera para cometer más crímenes”.

Por su parte, Saldaña señaló en rueda de prensa que nunca perdió la esperanza de recuperar su libertad. “Soy inocente, al cien por ciento, lo he dicho desde el primer día”, afirmó.

En tanto, el abogado Mike Romano, director del proyecto Three Strikes de la Universidad de Stanford, y quién ayudó a Daniel en su caso, declaró: “Es decepcionante saber que un fiscal de distrito adjunto estaba al tanto de esta información hace más de seis años en una audiencia de libertad condicional, pero no la sacó a la luz”.