Trump buscó eclipsar el debate republicano con un discurso a trabajadores de la industria automotriz en Michigan
El expresidente Donald Trump se saltó el segundo debate de las primarias republicanas para presentarse en un evento de su campaña electoral para 2024 en Michigan, donde intentó repetir sus logros con los trabajadores manuales del Medio Oeste que lo ayudaron a ganar la Casa Blanca por primera vez en 2016.
Trump sugirió este miércoles durante su acto de campaña que el resto de precandidatos solo buscan un trabajo de funcionario en el gobierno.
“Todos buscan trabajo. Harían cualquier cosa… quieren ser secretarios de algo, incluso vicepresidente. ¿Veis a algún vicepresidente en el grupo? Yo creo que no”, dijo Trump frente al grupo de trabajadores de una fábrica de componentes para vehículos en Michigan.
Las palabras del expresidente, dirigidas al resto de los aspirantes a la nominación republicana para las elecciones, se producían unos pocos minutos antes de que comenzara en California el segundo debate de primarias de los conservadores, al que Trump, por segunda vez, decidió no acudir.
Trump admitió de forma clara que su acto televisado estaba “compitiendo” con el debate republicano.
Trump siempre ha defendido su decisión de no participar en los debates de los republicanos por la ventaja que le saca al resto de candidatos en las encuestas. Según la media de encuestas elaborada por la web FiveThirtyEight, el expresidente lidera la contienda con una intención de voto del 51%.
Trump con el sector del automóvil
Durante su discurso en Michigan, que coincide con la huelga del sindicato de trabajadores del automóvil (UAW) que afecta a las tres grandes empresas del sector en Estados Unidos, General Motors, Ford y Stellantis, Trump repitió algunas de sus consignas favoritas, como la supuesta corrupción del gobierno federal o los logros de su Administración en el ámbito del comercio internacional.
El exmandatario llegó incluso a repetir sus insinuaciones de que hubo manipulación electoral durante las elecciones presidenciales de 2020, en las que perdió contra el actual presidente, Joe Biden, a pesar de que se encuentra inmerso en dos causas penales precisamente por tratar de revertir el resultado electoral.
Sin embargo, su principal mensaje fue contra los subsidios del gobierno de Biden a la producción de vehículos eléctricos, que, en su opinión, son “demasiado caros” y no van “suficientemente lejos”.
Una y otra vez, Trump atacó a Biden y las políticas de su administración sobre vehículos eléctricos y energía limpia como una amenaza para la industria automotriz y los medios de vida de los trabajadores de la industria automotriz.
Trump no dijo claramente si apoya la huelga en el sector, pero sí criticó a las tres compañías automovilísticas por plegarse ante la voluntad de la Administración, una decisión que, advirtió, acabará por trasladar la producción de vehículos fuera de Estados Unidos.
En ningún momento mencionó, sin embargo, que los vehículos de gasolina y diésel suponen alrededor del 30% de todas las emisiones de gases contaminantes del sector de la energía, que ya es de por sí el más contaminante del país, según datos de la Administración de Información Energética (EIA, en inglés).
A lo largo del discurso de más de una hora, quedó claro que Biden, y no el resto de los aspirantes a ser nominados como candidatos republicanos, es el principal objetivo de Trump. No mencionó a su principal oponente, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que ocupa el segundo lugar, ni al debate republicano hasta casi 30 minutos después de su discurso.