Un hombre de Texas se declaró culpable de comprar un arma relacionada al secuestro de estadounidenses en Matamoros
El tráfico de armas de Estados Unidos a México es un tema que, en más de una ocasión, han abordado los gobiernos de ambos países, sin embargo, es un delito que no disminuye y sigue causando miles de muertes al año.
Incluso, parte de este armamento se ha usado en crímenes que generaron la atención de medios nacionales e internacionales, siendo uno de ellos el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas.
Recientemente, se dio a conocer que un hombre de Texas identificado como Roberto Lugardo Moreno Jr., se declaró culpable en una corte federal de comprar un arma que sería destinada para el Cártel del Golfo.
De acuerdo con The Associated Press, el acusado compareció ante un juez federal en Brownsville y se declaró culpable de cargos de compra para otra persona no autorizada, y contrabando de un arma de fuego.
Anteriormente se había informado que dicha arma fue vinculada con el secuestro de Latavia McGee, Eric James Williams, Shaeed Woodard y Zindell Brown, quienes fueron atacados por sicarios del cártel mencionado y lamentablemente dos de ellos murieron.
Lugardo Moreno, de 42 años, adquirió una pistola multicalibre tipo AR en una casa de empeño en 2019 y mintió en un formulario, en el que declaró que él era el comprador cuando en realidad la adquirió para un integrante del Cártel del Golfo en México, según una denuncia federal.
“Muy a menudo se trafican armas de fuego hacia México, donde van a parar a manos de criminales que las usan para asesinar, robar y extorsionar a personas inocentes”, dijo el fiscal federal Alamdar Hamdani en un comunicado.
“Este caso es un clásico ejemplo de los peligros involucrados cuando criminales transportan armas hacia México”, agregó. Cabe señalar que la audiencia de sentencia se programó para agosto.
El número de serie del arma que Lugardo Moreno compró en octubre de 2019 coincidía con el de un arma que recuperaron las autoridades y que estuvo vinculada con los secuestros del 3 de marzo, según la denuncia federal.
El acusado declaró que no solicitó un permiso para exportar el arma desde Estados Unidos hacia México y sabía que sería exportada de forma ilícita, según la denuncia.
Por último, Moreno les dijo a las autoridades que recibió 100 dólares por la compra de las armas.